Un libro para ayudarnos a cambiar el mundo.
De Sur a sur. La estrategia del
caracol, es un libro de Luciano Vasapollo, profesor de economía
aplicada de la Universidad La Sapienza
de Roma y delegado del rector de la citada universidad para las relaciones con
los países del ALBA, así como director del centro de estudios CESTES de la
central sindical USB y responsable de la coordinación europea de la Red en
Defensa de la Humanidad. Vasapollo es un intelectual que ha realizado una
prolífica labor de investigación y publicación sobre diversos temas como
análisis económico, encuesta obrera, geopolítica, antropología y varios más.
Pero mucho más que un intelectual, Vasapollo es un militante de la izquierda,
un comunista consecuente y un amigo de los pueblos que luchan en todo el mundo
y en especial en América Latina.
En primer lugar me parece
indispensable decir que no se puede separar este libro del conjunto de la
producción intelectual de Luciano Vasapollo. El conjunto de sus libros,
estudios y artículos debe ser entendido como un trabajo encaminado a trazar
líneas que ayuden a abordar procesos de emancipación y de liberación; Esto es,
un trabajo militante y revolucionario. Podríamos resumir el espíritu de su
trabajo diciendo que el empeño de Vasapollo consiste en despejar caminos y
veredas que nos den pistas sobre el qué hacer y cómo hacerlo.
A primera vista, alguien poco
informado podría pensar que este libro es solamente una obra sobre
antropología, o, tal vez, sobre costumbrismo. Nada más alejado de la realidad.
A través de un profundo estudio de las tradiciones económicas derivadas de la
tierra, de lo que podríamos llamar una auténtica economía moral popular, y de
la puesta en relación de las tradiciones de América Latina con las del sur de
Europa, se intenta suscitar una interesante reflexión de un gran calado
político y muy útil para vislumbrar cuales son los nodos que nos pueden ayudar a reelaborar una
propuesta emancipatoria a la altura de
los tiempos que vivimos.
En mi opinión este libro
constituye toda una llamada de atención al conjunto de la izquierda europea y a
su irrefrenable tendencia al eurocentrismo y al productivismo. De ningún modo
estamos ante un trabajo que caiga en la nostalgia o que plantee una vuelta a un
pasado no factible. Pero sí creo que del libro se trasluce la necesidad de que
la izquierda reflexione sobre sus
errores, y uno de ellos fue su entusiasmo ante la destrucción de las culturas
comunitarias campesinas en aras de una industrialización que supuestamente
traería una clase obrera universal que
sería el único sujeto revolucionario sin necesidad de alianzas.
Una vez liquidadas esas
tradiciones campesinas, y liquidadas también las tradiciones obreras, se impone
una lenta y molecular reelaboración de esas tradiciones, sin las cuales no será
posible recuperar el hilo rojo del proceso emancipatorio. En este orden de
cosas, este libro es un material (en el sentido fuerte de nuestra tradición) y
una herramienta necesaria para pensar cómo abordamos ese lento proceso de
elaboración de una nueva economía moral popular, indispensable para salir de la
insignificancia.
Tal como nos recuerda Joan
Tafalla, en un extraordinario prólogo que recomiendo encarecidamente y que
podría constituir, por si solo, un pequeño libro, esta obra de Luciano
Vasapollo nos remite a muchas de las lecciones de Gramsci y de Mariategui.
También nos evoca las reflexiones de Pasolini sobre la importancia de las
culturas populares, y además de todo esto, nos habla de procesos reales, de la
construcción del socialismo, en sociedades compuestas por personas de carne y
hueso, con errores y con aciertos, con pasos atrás y con titubeos, pero en los
que el ser humano, de modo colectivo, es el que construye su propio destino.
Vasapollo y Tafalla se atreven a
hacer algo que nos recomendaba el Ché y que a veces parece un trabajo propio de
titanes o incluso algo insólito: pensar con su propia cabeza. Solo de ese modo,
liberándonos de prejuicios, trabajando con un inmenso rigor intelectual y una
honestidad a prueba de bombas, seremos capaces de empezar a ir trazando líneas
que nos ayuden a saber qué hacer y cómo hacerlo.
Carlos Gutiérrez (Espai Marx)